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martes, 16 de noviembre de 2010

Adiestramiento del águila

Existen tres tipos de adiestramientos:

- Tradicional; se toma como patrón el adiestramiento aprendido de antaño, la costumbre y tradición. Evolucionando con nuevos métodos. Siendo los pilares básicos idénticos a los antiguos. Nos basaremos en este tipo.
- Árabe: aquí las normas que dictan los occidentales para el manejo de rapaces se omiten casi todas, si por algo se define este método es por lo rápido que hacen las aves para su introducción a la caza.
- Crianza Campestre; La crianza campestre fue diseñada por los cetreros que deseaban que los pollos procedentes de desnides se criaran de forma salvaje y adquirieran las técnicas de caza por su cuenta para posteriormente amansarlos.

El adiestramiento deberemos contemplarlo desde tres etapas distintas:

- Amansamiento.- Hacer que soporte la presencia de los seres humanos sin intentar huir.
-Adiestramiento.- trabajaremos con el guante y el señuelo, le enseñaremos a acudir desde cualquier distancia, mostrándole comida a modo de recompensa. Cuando el ave come sobre el guante o el señuelo, creamos un efecto condicional, basado en refuerzos (Paulov), el animal piensa que cada vez que acuda le daremos recompensa. A partir de ese momento prolongaremos estas sesiones para que el ave muscule.

Amansamiento
El amansamiento comienza en el momento en que tenemos el primer contacto con el ave, cuando tomamos al pájaro de la muda para apiolarle, este primer acto del cetrero es ya de suma importancia, si asustamos al pájaro, si lo tomamos de una manera violenta o inadecuada, instalaremos en su sencillo cerebro un reflejo de temor, haciendo mas largo su amansamiento.

Adiestramiento.

Dos condiciones son necesarias para comenzar las lecciones de señuelo: primera que el pájaro esté amansado, segunda que esté templado.
El grado de mansedumbre de un pájaro, alcanzado por la intensidad y el tiempo con que se halla trabajado y matizado por su propio carácter, es muy variable, para la introducción al señuelo basta con que el pájaro tolere la presencia del cetrero y de sus ayudantes, sin sustos ni debatidas que pudieran interferir en el aprendizaje.
Debe tener ese grado de hambre que el pájaro para desear irresistiblemente la caza o la comida, siendo el temple más recio que habrá soportado hasta el momento, el de la cerca de la introducción en el señuelo.

Primera parte de adiestramiento al señuelo.

El primer ejercicio de señuelo es de tal importancia que, muchas veces, de él dependerá el sucesivo apego del pájaro a este imprescindible artefacto. Ha de buscarse un terreno despejado, sin cardos o arbustos donde pueda engancharse el fiador, situado, a ser posible, en el mismo paraje donde se va a volar el pájaro sobre la caza.
Se comienza por anudar el fiador a una pelota de madera pesada, a continuación, se sujetan en el señuelo dos sabrosos pedazos de comida, teniendo en cuenta que ha de ser la mejor comida que el pájaro haya catado desde el comienzo del adiestramiento.
Finalmente, se le quita la lonja al pájaro y se anuda el extremo libre del fiador al tornillo.
El cetrero deja su pájaro en el posadero y le quita la caperuza, se le lanza el señuelo a unos metros de el, cuando el pájaro se lance sobre el, dejarle comer para que se quede con la imagen grabada que el señuelo es donde come toda su comida de una sola ves, sin tener que saltar varias veces como en el adiestramiento al guante.
En el siguiente paso interviene el ayudante, cogiendo al pájaro por las pichuelas se va con él sobre el puño, unos diez o quince metros, cuando llega a este punto se vuelve y levanta el puño, pico a viento, mientras el cetrero voltea el señuelo, agarrándolo por el extremo de su lonja, al mismo tiempo y por primera vez hará sonar el silbato.
Normalmente, el pájaro sale del puño del ayudante instintivamente, cuando viene volando por la mitad de su recorrido, el cetrero lanza el señuelo unos metros delante de él. El pájaro podrá comer su gorga correspondiente.
Cuando está terminado se le saca nuevamente, pero sin brusquedad, como se hará en lo sucesivo, interponiendo un apetitoso pedazo de carne, sujeto con la mano enguantada, entre el pico del pájaro y la vianda del señuelo, al tirar de la nueva comida, el pájaro apoya en el guante una de sus manos.
Cada vez que un pájaro oye el silbato, ha de ver el señuelo, y recibir sobre él su acostumbrada gorga. De esta manera, tendrá más fe en nuestra llamada que en cualquier otro estímulo natural.

Segunda y parte de adiestramiento al señuelo.

En la segunda lección, el ayudante mantiene al pájaro, como en el último vuelo de la sesión anterior, después de haberle atado el fiador. El cetrero se sitúa de espaldas al viento y tan pronto como el ayudante descaperuza, comienza a voltear el señuelo, haciendo sonar el silbato. Cuando el pájaro viene de camino lo deja caer al suelo para que pueda atraparlo.
De ahora en adelante, el pájaro comerá toda su gorga después del primer vuelo, siendo sacado con toda dulzura del señuelo cuando va a terminar.
En los días siguientes se aumentará la distancia entre el pájaro y el cetrero hasta el máximo de distancia que nos permita el fiador.
Bastan cinco o seis días para que el pájaro vuele con toda seguridad hacia el señuelo.
Es conveniente poner alas de palomas, faisán, perdiz, etc. de esta manera adquiere extraordinaria fe y no la pierde cuando comienza a cazar.

Vuelo en libertad.

Es lógico que toda transcurra perfectamente; ningún pájaro, por listo que sea, se da cuenta de que vuela atado si las sesiones al fiador transcurren correctamente. Y durante ella el cetrero ha podido comprobar la seguridad de su alumno.
En el terreno de siempre, con la compañía acostumbrada, con el pájaro bien templado y en un día que no haga viento excesivo, se procede a la suelta que, en definitiva, es como un vuelo más al fiador, pero sin ese seguro moral que constituye el cordel. Ceremoniosamente, el ayudante quita la lonja y el tornillo al pájaro. El cetrero se aleja hasta la misma distancia de los últimos vuelos y ordena al ayudante que desencaperuce. El pájaro volará hacia él.
Estos vuelos en línea recta “a la tira”, se repetirán, uno por sesión, durante varios días, hasta que el pájaro vuele entre 200 y 300 metros, naturalmente siempre suelto. En estos ejercicios el pájaro debe de partir desde el puño del ayudante y nunca desde el suelo, desde una rama o un mojón, por que contraería la mala costumbre de posarse.
Posteriormente el alumno, debe de ser musculado, obligándole a hacer varias pasadas sobre el señuelo, prolongándole la distancia en línea recta o simplemente describir círculos sobre el cetrero.
Después del vuelo, mientras el pájaro come sobre el señuelo, se le pone el tornillo y la lonja se amara al guante cuando empiece a comer, asegurando que no se vaya cuando termine de comer.
La duración de meterlo al señuelo es de más o menos cuatro semanas.

Técnicas y conceptos

Cuando se tienen animales en casa como un perro, a menudo, cuando nos desobedece, un pequeño cachete es el remedio más rápido y eficaz para que esta situación no se vuelva a repetir. Por el contrario, el adiestramiento de un ave está condicionado desde otros puntos de vista no “jerárquicos”.

Las aves se adiestran gracias a la motivación de la comida principalmente, aunque también la seguridad, la comodidad y una situación óptima condicionan.

Refuerzos

Al adiestrar un ave debemos tener en cuenta que tenemos que condicionar el carácter de ésta ayudándonos de los condicionantes que le hagan motivarse (siempre reaccionará como mejor le convenga a ella). Si estos condicionantes se repiten estaremos reforzándolos para bien o para mal.
Refuerzo Positivo
El refuerzo positivo es cualquier acto que tienda a repetirse por que está condicionando algo que el ave ha tomado como positivo: comida, seguridad, comodidad, etc.
Si la acción no conseguimos que se repita es muy probable que no se convierta en un refuerzo.
No se debe confundir el refuerzo negativo con el castigo, por ejemplo si nuestro azor pollo se sube a un árbol después de fallar su primera pieza, que será lo más lógico, si de rabia lo llamamos y no le damos su ración de comida estaremos ante un castigo.
Al igual que en el refuerzo positivo, pero al revés, pues con esto lo que intentamos es que no se vuelva a repetir el acto.
Un ejemplo lo constituye un halcón que por que no le hallamos cogido el peso todavía se pose porque esté demasiado gordo, le soltemos una paloma fuerte con la intención de que no la capture, pues así después de una persecución fallida por parte del halcón, el ave se dará cuenta enseguida que esa no es la posición más ventajosa para capturarla, siendo probable que el ave opte por no posarse o se pose porque sabe que desde hay se le han soltado ya paloma.
El número de veces que vamos a tener que realizar el acto va a depender de lo arraigado que tenga el refuerzo el pájaro.
Se recomienda no abusar de este tipo de refuerzos pues se puede conseguir que un pájaro solo reaccione ante refuerzos negativos mientras que un ave que está adiestrada sobre todo con refuerzos positivos intenta buscar otras vías para obtener recompensas.
Hasta ahora hemos guiado el adiestramiento gracias a los refuerzos, sin embargo existe un refuerzo que impacta mucho más al ave consiguiendo de esta manera que se imponga más fuerte, se denomina REFUERZO DE ENVERGADURA, se logra sobre todo al cazar una pieza con el ave, si hacemos cebas completas de vez en cuando, sobre todo al principio, lograremos que el ave no cubra y otro aspecto importante en cetrería el que no lleve en mano.
PROGRAMA VARIABLE DE REFUERZOS: lo que debemos hacer para este programa es no recompensar al ave con la misma cantidad de comida cada vez que venga a nuestra llamada si no que debemos de recompensarle según la rapidez con que haya acudido, incluso sin recompensa de vez en cuando.

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